El Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe para 2015 –elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) – destacó que la región ha iniciado un proceso de consolidación de sus finanzas públicas ante tensiones fiscales. A continuación se presenta un extracto de lo concerniente a la política fiscal en Centro América derivado del documento.
El balance preliminar sobre las economías de América Latina y el Caribe de la CEPAL puntualiza que –en base a la información de los presupuestos oficiales de cada país– la situación fiscal para 14 de los 19 países de América Latina se mantuvo relativamente estable o en mejoría. En efecto, la significativa caída de los ingresos fiscales, afectados por menores precios de los productos básicos de exportación, fue compensada por ajustes proporcionales del gasto público en varios países.
El balance fiscal mejoró de manera importante en Ecuador, El Salvador y Honduras. Mientras que la posición fiscal se mantuvo en niveles similares a los del año anterior en Colombia, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, República Dominicana y Uruguay. En cambio, la merma del resultado fiscal fue significativa en Brasil, Chile, Costa Rica, Haití y Perú.
La heterogeneidad del desempeño macroeconómico y de la especialización productiva de los países de la región se reflejó en una diversidad de coyunturas fiscales. En especial, en el Caribe y Centroamérica, las finanzas públicas se beneficiaron de un significativo doble choque fiscal positivo, con un crecimiento bastante vigoroso y una factura petrolera reducida.
La mayoría de los países –que tuvieron choques externos negativos– ajustaron sus niveles de gasto, con el fin de mantener las cuentas públicas bajo control y contrarrestar la caída de los ingresos fiscales. Para 2016 se espera una tendencia similar de acuerdo con los presupuestos presentados. En promedio, la deuda pública como proporción del PIB se ha mantenido estable, especialmente por las bajas tasas de interés, aunque esta situación puede revertirse ante nuevas alzas.
La deuda pública aumentó en Honduras (2,7 puntos). En otros países de Centroamérica (Costa Rica, El Salvador, Honduras y Panamá), los niveles de endeudamiento son algo superiores al promedio (entre un 37% y un 45% del PIB). Por primera vez desde 2009, todos los países de América Latina presentan déficit fiscales. A nivel de los gobiernos centrales, el balance fiscal alcanzaría un promedio de déficit primario del 1% del PIB, y el resultado global (incluido el pago de los intereses de la deuda pública) registraría un déficit del 3% del PIB en 2015.
Istmo centroamericano dividido en cuanto al gasto público agregado
Las cifras muestran ciertas tendencias generales del gasto público. En América Latina, –en línea con los anuncios de ajuste en varios países de la región– se observó en promedio una reducción de los gastos de capital de 0,4 puntos porcentuales del PIB, lo que contrastó con los aumentos significativos de 2014. Hubo caídas acentuadas en Costa Rica, Honduras y Panamá. En el resto de Centroamérica se registró un marcado aumento de la inversión pública.
Por otra parte, si bien los promedios no se ven tan afectados, se observó un aumento sustancial del servicio de la deuda pública en varios países. En otros (Costa Rica y República Dominicana), dicho gasto sobrepasó el 15% de participación. El servicio de la deuda también creció en Honduras. Cabe mencionar la moderación del crecimiento del gasto corriente primario de América Latina observada, en promedio, en 2015, tras varios años de aumento como porcentaje del PIB.
Los ingresos fiscales caen en Guatemala y permanecen estables en resto de Centroamérica
El balance preliminar sobre las economías de América Latina y el Caribe de la CEPAL destaca la estabilidad relativa de los ingresos fiscales en los países de Centroamérica y un aumento en el Caribe. En promedio, América Latina logró aumentar su presión tributaria 0,2 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB).
En República Dominica y Centroamérica, los ingresos tributarios se mantuvieron estables con respecto al producto durante el año. Sin embargo, se destacó la caída en Guatemala (0,4 puntos del PIB) por una reducción de la recaudación del impuesto sobre la renta (6,4% en términos reales hasta octubre) y del impuesto al valor agregado aplicado a las importaciones (5,7%), que no fue compensada con los nuevos ingresos originados en las medidas tomadas a fines de 2014 (como el alza de los impuestos a la distribución de cemento, a la telefonía y a los vehículos).
En el resto de América Latina, los ingresos fiscales registraron un deterioro en 2015, principalmente por la caída de los ingresos provenientes de recursos naturales no renovables. El desplome del precio internacional del petróleo crudo golpeó a las cuentas públicas de los países productores de la región.