Las autoridades alemanas están en la fase de formulación de una parte de su carpeta de proyectos de cooperación y tienen pláticas con el Banco Mundial, para conocer sobre el Mecanismo de Seguros contra Riesgos Catastróficos de Centroamérica y el Caribe (CCRIF por sus siglas en inglés). La iniciativa ya cuenta con el apoyo financiero de Estados Unidos, Canadá y otros países.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos prevé entre 6 a 11 tormentas y de 3 a 6 huracanes en lo que resta del 2015.
El Gobierno de Alemania tiene previsto reunirse con representantes del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) para conversar sobre la posibilidad de apoyar la expansión del CCRIF, el primer mecanismo en el mundo en agrupar riesgos catastróficos para varias naciones y que ofrece aseguramiento soberano ante huracanes, terremotos y lluvias excesivas. La reunión estaría programada para las primeras semanas de octubre del 2015.
Anteriormente, la Secretaría General del SICA dirigió una carta a las autoridades de la Unión Europea indicando su compromiso en apoyar el desarrollo del CCRIF. En un inicio, el Mecanismo de Seguros era exclusivo de las naciones caribeñas y fue desarrollado bajo la dirección del Banco Mundial y con una donación del Gobierno de Japón.
Después fue capitalizado por medio de contribuciones a un fondo fiduciario de múltiples donantes como el Gobierno de Canadá, Reino Unido, Francia, Irlanda, la Unión Europea, el Banco de Desarrollo del Caribe; así como a través del pago por membresía de los gobiernos participantes.
Por su parte, el portafolio de Centroamérica es sostenido por un fondo de capital que incluye contribuciones del Banco Mundial, de los Gobiernos de Estados Unidos y Canadá, y a través del pago por membresía de los países participantes. Nicaragua es el primer país centroamericano en ingresar al mecanismo de seguros.
El CCRIF contribuye a limitar los impactos financieros ante catástrofes brindando liquidez inmediata cuando se activa una póliza de seguro paramétrico. Este mecanismo tiene como propósito aumentar la resiliencia fiscal de los países al proveerles recursos financieros inmediatos luego de un desastre, lo que le permite a los gobiernos atender mejor las necesidades iniciales de su población.
Nueve países de Centroamérica y el Caribe han experimentado al menos un desastre natural con un impacto económico superior al 50% de su Producto Interno Bruto (PIB) desde 1980. El impacto del terremoto en Haití fue estimado en 120% de su PIB.